Personajes con huella

Antonio Arias, al salón de la fama: 40 años de servicio público

Pocas cosas hay más injustas que la leyenda negra de que ser empleado público supone arrastrar la nota de pereza, desidia o frialdad.

En el mundo público, al igual que en el privado, hay una cuota como todo en la vida, de caraduras, personas sin empatía y egoístas, pero lo que impera —como en todos los campos de la vida— son personas sensatas, razonables y que quieren hacer su trabajo lo mejor posible.

Pero también en lo público hay personas que descuellan porque han aportado más de lo que han recibido, porque han dejado huella en los particulares, en los compañeros y en la propia Administración. Son pocas personas y no todas ven reconocida su admirable labor.

Afortunadamente no es el caso de Antonio Arias Rodríguez, funcionario todo-terreno (ha sido gestor, gerente, técnico y académico) por varias entidades públicas (Ayuntamiento de Avilés, Universidades de Oviedo y Salamanca, Sindicatura de Cuentas del Principado, etcétera) y ha aportado su formación humanística poliédrica allí donde estuvo (Licenciado en Derecho, en Ciencias Económicas, Auditor, Urbanista, y más), y ha sido promotor de infinidad de foros, congresos y actividades. Puedo afirmar sin exceso que Antonio Arias ha sido el mayor exponente y embajador del control de las cuentas públicas de la última década en España, con sus publicaciones, conferencias y relaciones institucionales del máximo nivel (que además ha exportado con reconocimiento a Brasil, Portugal, Costa Rica o Colombia, por ejemplo).

Pero tan ingente labor de servicio público cuenta con una dimensión familiar y humana, que he sintetizado en este video de tres minutos. Difícil meter tan gran hombre en tan pequeño envase.

Respecto del acto homenaje celebrado el sábado 24 de noviembre de 2023, en el restaurante sidrería Casa Quelo en Tiñana, fue un completo éxito. Un baño de cordialidad, amistad, flujo de abrazos y sonrisas, y todo teniendo por eje a Antonio, por lo que a los postres se ofreció el video-mosaico de testimonios, de España y del extranjero, de autoridades y compañeros, de colaboradores y en general, de los que nos consideramos amigos de corazón. Aquí está el video-testimonio para los que no pudieron asistir al acto, o para los que quieran asomarse a tantas cosas buenas que se dicen de alguien que las merece:

Por último, algunas fotos ilustrativas del acto…

Dos espléndidas aportaciones de sendos trovadores, uno titulado Cuentos de Arias ( de Juan Manuel del Valle) y otro titulado Gambito de Rey ( de Juan José Fernández); cada poema en su estilo, con toque divertido, lírico y sentido.

Y cómo no, una sentida intervención… un viaje tragicómico al fruto de una amistad.

Y el cierre a cargo del homenajeado…

Leyendo la reseña del acto en La Nueva España

4 comentarios

  1. En la última y recién estrenada aventura musical de mi paisano Toni Zenet, un disco inundado de maravillosas canciones (capaces de aunar: letras rutilantes de poetas actuales -ingeniosas, instantáneas, irónicas, despechadas, tiernas y variadas-; con melodías arrebatadoras pasadas por la elegancia del swing -los metales ponen la intensidad, la energía y la gracia; las cuerdas aportan el equilibrio, la calma, la dulzura y la melancolía; y un puntual, sutil y muy ligero añadido electrónico añade lo justo para hacer evolucionar, sin cambiar, el estilo;- y el jazz vocal zenetiano), se muestra a la vida como una «Estación del momento», en la que cada instante es un vagón y lo que no ha pasado está por suceder.

    Añade la linea discursiva del álbum que, en esta larga travesía (por las distintas Estaciones del momento de nuestra vida), hay que nutrirse de besos (besos de noche o de por la mañana; besos calientes o fríos con nata; besos al plato, besos a la plancha; besos escalfados pasados por agua; besos rellenos de besos; besos crudos o besos en lata; besos con besos a todas horas; besos redondos besos con ganas) como fórmula segura de salud y de dieta.

    Y, por último, advierte y avisa que, cuando se ha acabado una etapa (agotado un sueño o concluida una esperanza) o la rutina nos atraviesa el alma (como una espada) y pone en modo automático para impedirnos avanzar, hay que cambiar de vía (huir, dejar el escombro y quitarse el polvo de encima), poner rumbo al asombro -nítido y radiante- de otros momentos y abrirse camino a la luz.

    Las anteriores ideas cobran pleno sentido después de leer su artículo y visionar sus enlaces. Qué estupendo compendio de momentos de lo hecho -vivido y compartido- por el homenajeado hasta el momento. Qué emocionante marea de besos -abrazos, cariños y reconocimientos- ha acompañado su singladura. Y qué oportuno cambio de vía realiza para seguir su camino y llegar hasta sus nuevas estaciones de momentos, sorprendiéndose y sorprendiendo.

    Es verdad que el interesado, hombre cabal y de buen talante, pero reflexivo, crítico -autocrítico- y de enorme inteligencia, puede sentir la extraña sensación temporal de encontrarse en el término medio del desfase (entre el deber y los deseos; entre el placer y el desamparo; entre lo falso y la verdad; entre el amén y el desacato; entre la piel y los disfraces; entre la multitud y la soledad; entre la militancia y la apatía; entre la senectud y el parvulario; entre el reirse a cántaros y el lloro;…). Pero, ese disparo introspectivo de balas sin respuesta solo lo cura el paso del tiempo…y la llegada a sus próximas estaciones del momento.

    P.D. De las intervenciones realizadas en el homenaje me gustaría destacar una. No es la de Sabina, ni la de Jaeger, ni siquiera la del gran José Ramón Chaves, su amigo del alma.
    Me refiero a la de Adonina Tardón (min. 16.23 hasta 17:22): «hombre culto, inteligente y capaz…amigo de sus amigos…siempre lo tienes ahí cuando lo necesitas para razonar sobre algo y te ayuda a separarte lo suficiente de tal forma que te asegures lo suficiente de ver las cuatro esquinas del problema…coincidimos en la etapa más maravillosa del ser humano en la que solo nos tiene que preocupar el presente, el pasado lo hecho hecho está, y el futuro es tan corto que no merece la pena preocuparte de él…».

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    1. Excelente «documento» en tu blog. Mi más cordial ENHORABUENA a Antonio por su «nueva etapa». Al leer tu entrada en este blog, Chaves, me he emocionado, no solo por la amplia andadura/bagaje de Antonio, sino también por la «legión de amigos» que le han acompañado (y estoy seguro que seguirán acompañando). Mi enhorabuena a ambos, a Antonio por su merecida etapa de «Jubileo», y a Chaves por contar todo esto con la naturalidad y afectividad con lo que nos tiene acostumbrados. Gracias.

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  2. Querido Antonio, querido amigo, querido compadre de proyectos, querido empleado público excepcional, generoso, altruista y muy brillante….

    Fuiste el mejor jefe que tuve nunca, fuiste el mejor compañero, asesor y con el que aprendí algunas lecciones, aunque no las suficientes en aquellos tiempos en la Universidad…

    Eres un gestor nato, un brillante domador de talentos y un generoso compañero, aun así me faltan palabras de elogio y apoyo en algunas contiendas que vivimos juntos y de las que me siento muy orgulloso, aunque no las pueda incluir en mi CV como pequeños logros…

    Sólo espero que tu legado de conocimiento y tu forma de actuar desde que acabaste las carreras, sean seguidas por algún esforzado penitente que pretenda tomar el testigo, tan alto y lleno de conocimiento, que nos dejas, en esta etapa final de tu vida profesional.

    Un fuerte abrazo e infinitas gracias por todas y cada una de las lecciones que me has enseñado.

    Chaves, uña y carne de muchos proyectos y aventuras, gracias también y un muy fuerte abrazo por este post!!

    Ángel Luís Falcón Vallina, humilde técnico de cancha y semi empleado público en Lonja Gijón Musel, S.A.

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