Reflexiones vigorizantes

Cada día nuevo es un cheque en blanco

¡Que verdad más inspiradora la del sabio Marco Aurelio!: «Cuando te levantes por la mañana, piensa en el privilegio de vivir, respirar, pensar, disfrutar, amar».

No se puede decir mejor ni más bellamente, y muchas veces lo olvidamos. Damos por sentado que cada día es un cheque en blanco para rellenarlo al gusto y olvidamos tres cosas:

  • Que ese cheque vence inexorablemente.
  • Que si no lo usamos se pierde o despilfarra.
  • Que los cheques hay que emplearlos bien.

Sobre todo, cuando recibimos un regalo, y cada día que amanece lo es, tenemos que sentirnos privilegiados y agradecidos. Casi todas las personas estamos condenadas cada día nada más despertar, a mirarnos al espejo, y deberíamos considerarlo una advertencia.

Al otro lado del espejo, el pintor de nuestro rostro nos dice que va avanzando con nuestro retrato, y muchos comprobamos que cada día nos parecemos más a nuestros padres (o como decía cierto novelista, a la calavera final). Es curioso: nuestros ojos son los mismos, la misma pupila e iris perfecto, pero el contorno del rostro va cambiando: hoy una arruga, mañana una sombra, un pelo menos o blanquecino…

Cuando era más joven (y es evidente que cada día anterior éramos más jóvenes que en el presente), mis pretensiones al iniciarse cada día era llenarlo de experiencias, alegrías y placeres terrenales (¡Sumar!).

Ahora, más maduro, mis pretensiones para cada nuevo día son que no surjan problemas, ni nuevos dolores o síntomas preocupantes, que no sufran las personas que siento cercanas, y de paso, si las noticias no traen desastres y atrocidades, pues miel sobre hojuelas (¡No restar!). En términos tan simples como gráficos, me recuerda aquella frase de un cartel de un mendigo en la Gran Vía, que nos recordaba Arturo Pérez-Reverte, y que decía: «Dios mío, no me ayudes… pero tampoco me jodas». En similares términos chabacanos, se expresa el conocido chascarrillo: «¡Hoy es un día maravilloso!, pero verás como alguien te lo joroba».

Hoy domingo amanece “que no es poco”, tengo cerca a mi familia, rodeado de libros, puedo poner pensamientos por escrito y además me basta dar unos pasos para escuchar una sinfonía de los pájaros y recibir lametones felices de mi perro. ¡Ah! Y tengo un móvil, sí, que hace la vida más fácil en muchas cosas inútiles, pero sobre todo, que incluye una lista de valiosos contactos donde aguardan muchos amigos, latentes y potencialmente a la escucha si nos necesitamos recíprocamente.

Efectivamente, cada día es un regalo, pero ese regalo trae otros regalos como las muñecas rusas, si sabemos apreciarlos: la risa, la serenidad, la naturaleza, la buena compañía, la lectura, tomar un café caliente, respirar la inquietud de los niños y la serenidad de los ancianos, brindar con brillo en los ojos, dar las buenas noches con ternura… etcétera. Pequeñas grandes cosas. ¡Abramos los ojos!

Quizá soy un privilegiado, y si así fuere, me gustaría que todos lo fueren, pero me temo que a todos nos amenazan los tres perros peligrosos que temía Martín Lutero: «La ingratitud, la soberbia y la envida. Cuando mueren dejan una herida profunda». Pero incluso así, la actitud ante estos peligros es nuestra. Somos dueños de brindar indiferencia al cretino, al malicioso, de que ningún imbécil nos quite la alegría de vivir. Parafraseando al Quijote, aunque ladren, no descabalgaremos… Seguiremos intentando ser la mejor versión de nosotros mismos, pero sin olvidar que nosotros somos los protagonistas y artesanos de lo que queremos ser y cómo queremos que nos recuerden.

Creo que con estas simples divagaciones, dejo claro que cada día me vuelvo menos egoísta pero más cursi, santurrón y menos interesante, pero me siento mejor con una perspectiva amplia de todo lo que me rodea, más cómodo y sobre todo, dueño de decidir en libertad como me siento ante lo que no controlo.

Lo dicho, a vivir, que no es solo respirar, sino pensar, sentir y actuar, sin olvidar la advertencia de Pascal: “Si no actúas como piensas, terminarás pensando como actúas”.

1 comentario

  1. LA VUELTA AL MUNDO DEL VIVIR A TRAVÉS DE TRES CANCIONES

    1. La cantante Rozalén recibió hace unos años el encargo de componer una canción homenaje a las mujeres que sufren cáncer de mama. Para ser auténtica y coherente acudió a directamente a las protagonistas. Las acompañó a sus tratamientos, conoció de primera mano sus historias y compartió con ellas sus vulnerabilidades, esperanzas, valentías, lloros y miedos, en suma, su heroicidad sufriente. Tras la experiencia manifestó que nunca había visto y se había llevado consigo más VIDA. Porque sólo cuando la vida te da un revolcón y pone todo patas arriba, empiezas a valorar lo que eres, pones el contador a cero y comienza el volver a empezar. La canción, hoy ya himno, se llama VIVIR (https://youtu.be/iqhb7wan98e). Es optimista, positiva y vital pero sin por ello rehuir la realidad (la dureza de la enfermedad y la vileza destructiva y traicionera del bicho).

    «(…) Quizá, tenía que pasar
    No es justo, pero
    Solo así
    Se aprende a valorar
    Y si me levanto y miro al cielo
    Doy las gracias y mi tiempo
    Lo dedico a quien yo quiero
    Lo que no me aporte… lejos
    (…)Si alguien detiene mis pies
    Aprenderé a volar
    (…) Cuando me miren sabrán
    Que me toca ser feliz
    Me toca ser feliz
    Ahora soy feliz
    Porque sé bien que es vivir
    Ahora, ¡sí que sí!»

    2. El gran Nino Bravo nos dejó hace cincuenta años. Antes de que la carretera nos lo arrebatara prematuramente, dejó escrita y grabada una estimable composición titulada -paradojas de la vida- VIVIR (https://youtu.be/J_zL0SDvIiw). Su voz clara y potente, su estilo emocional y un maravilloso in crescendo a partir de la mitad de la canción dan brillo y realzan su letra.

    » Pensar en el pasado y ser feliz
    Ser Feliz
    Hablar con uno mismo y sonreír
    Sonreír
    Soñar que entre los hombres hay amor
    Hay amor
    Es vivir, es vivir, es vivir
    Llorar porque te aflige un gran dolor
    Gran dolor
    Luchar por conseguir una ilusión
    Qué ilusión
    Reír porque la dicha te alcanzó
    Te alcanzó
    Es vivir, es vivir, es vivir
    Pensar, hablar, soñar
    Llorar, luchar, reír
    Sentir, amar, sufrir
    Eso es vivir, vivir
    Pensar, hablar, soñar
    Llorar, luchar, reír
    Sentir, amar, sufrir
    Soñar lo que fue nuestro
    Beber en las pasiones
    Caminar siempre adelante
    Aunque tengas que sufrir
    Eso es vivir
    Eso es vivir, vivir»

    3. No sé si conocen a El Kanka (Juan Gómez Canca). Mi paisano es un tío para comérselo, de esos que si lo sigues te hace sentir bien (este es su autorretrato, https://youtu.be/b7MoYxTkF_4). Músico (capaz de fusionar varios estilos con resultados armoniosos y agradables) y cantautor (divertido, irónico, inteligente y ocurrente), cuenta cosas cotidianas, les da su toque personal y las hace universales. En su último disco nos deja su personal receta para VIVIR (https://youtu.be/9L1u1EbQrDw). A mí me convence.

    «Para vivir, encuentre un par de amigos de verdad
    Cuide el jardín, sin ofuscarse la felicidad
    Para vivir, aplique lo que aprenda del error
    Suelte el fusil y ataque, a ser posible, con amor
    Desconfíe de aquel que no tenga ni la más mínima cicatriz
    Averigüe su propio camino y descréase del porvenir
    Para vivir, despréndase de todo lo que pesa
    Conságrese en vivir y que la muerte
    Nos pille cualquier día por sorpresa
    Para vivir, hay que aprender que el agua vuelve al mar
    Y que sufrir también es parte de este caminar
    Se recomienda no pensar tanto y crecer sin hacerse mayor
    Que entre tanta dudosa certeza, cuanto más te equivoques mejor»

    Le gusta a 2 personas

Gracias por comentar con el fin de mejorar

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.